la mirada perdida el descontrol de mi cuerpo creaba un baile demente donde al intentar expresar una felicidad se notaba que todo era una fachada, donde la tristeza se apoderaba de mi con una música marchosa.
aquel hombre que estaba sentado en la silla me miraba sin cesar, mi cuerpo incontrolable a el se acerco, intentando buscar lo que ayer perdí, intentando averiguar si todos estaban hechos de la misma materia.
tan solo una sonrisa hacia falta para hacerle seguirme al baño como un perrito faldero,
como poseída me tire salvaje mente a el besando sus labios incontrolada mente al paso siguiente nos encerramos en un baño, o si el despecho se apodero de mi, era imposible detenerlo ahora, tan solo era cuestión de seguir.
mientras el besaba mi cuello haciéndome arder las entrañas, yo cogí sus manos y se las puse en mi pecho estrujándome suavemente mientras me hacia vibrar de placer no podía evitar restregar mi trasero con su miembro inferior.
mientras baja una manga de mi hermoso vestido se escapa sin querer un dulce gemido, quizás fuera tan potente este deseo a ser el mismo dolor con despecho lo que lo había creado.
agarro mi cabello y con fuerza me tiro hasta la pared creando así una ele. mis piernas junto a el y mi cuerpo encorvado contra la pared.
el se bajo la cremallera y me penetro fuertemente, no podía resistir el dolor así que chille y luego misteriosamente reí, ¿porque reí? ¿ quizás por la fusión de dos dolores el placer y el despecho? ¿ quizás porque todo fuera una venganza? ¿y de que servia mi venganza si el ya no estaba con migo?
tras esa pequeña reflexión empuje al tío y le dije lo siento no puedo hacer esto.
salí del baño con lagrimas en los ojos y le vi a el y tras de mi salio aquel hombre que para mi no valía nada.
entonces nuestras miradas duraron 1 segundo del mismo dolor que me había hecho a mi misma salí corriendo de la discoteca.
una vez fuera me encendí un cigarro y mirando la noche pensé en que me estaba ocurriendo ya ni me conocía.
tras apagar el cigarro llame a un taxi, llorando le di la dirección de mi casa tras llegar le pague subí las escaleras cogí el retrato de mi amado donde ya ni le reconocía el rostro recordando aquellos momentos con impotencia cogí un cuchillo y me corte el surco de mis venas agarre fuertemente la foto y la estruje contra mi pecho tan solo podía reírme y no era de la sangre que brotaba escapando de mi cuerpo haciéndome cosquillas, si no por tener el valor de abandonar esta vida que tanto martirio me había dado
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