domingo, 14 de septiembre de 2014
muerte sin caricias
Hace mucho tiempo, en un reinado. Una triste doncella era manipulada por la sentencia de un amor prohibido. Cuando ella lloraba daba vida al malvado capitán que la había enamorado.
Aquel capitán resulto ser un vampiro, que tenia secuestrada a la princesa que el amo. Sin darse cuenta con la vida de ella acabo.
Pero el pareció haber perdido algo importante, pues voluntariamente se clavo una estaca en el corazón, el alma en pena de ella, todo lo observo, lo maldijo y se arrodillo de dolor, la dolía el pecho de ver morir a su príncipe azul.
Entonces sus lamentos fueron escuchados por todo el reino, y su alma se ato a ese sufrimiento desde siglos.
Pero realmente su castigo no comenzó, el castigo que ella tendría seria el volver a la vida.
Con el recuerdo de un vampiro, de un fresco beso y especial que hasta 200 años después contenía en su memoria, miraba nostálgica por una ventana vallada, quizás recordando, lo que quizás no halla vivido, quizás mentalizándose de planes del futuro incumplidos.
Fuera lo que fuera lo que ella pensara, solo había claro una cosa, en el pueblo que fue construido recientemente alrededor del castillo, todos cuchicheaban de que una bruja en el se había encerrado.
No era del todo falso, pero tampoco cierto.
Realmente aquella princesa era bruja por haber revivido, pero al mismo tiempo era pura como cualquier aldeano, simplemente fue atrapada por un amor, que ni a la muerte consiguió llevar.
Atada y maltratada, por recuerdos absurdos de un amargo sabor, comenzaba a caminar, de habitación en habitación, haciendo presente un fantasma ya perdido.
No estaba segura si llorar, o sentarse a observar, lo que las sombras de su cabeza comenzaban hacer.
El revivir recuerdos, el ver su vieja vida como una estúpida película.
Y entonces decidió abrir un cajón del cual ella se acordó, que una foto de el guardo, entonces clavo su mirada en ella, la observaba profundamente cada detalle, incluso de vez en cuando tenia la sensación, de que aquel retrato se movía.
¡¡Maldita cabeza!! pues una realidad paralela creaba, una demencia sincera, triste y dolorosa.
Cuando quiso darse cuenta, sentía sus mejillas mojadas.
Levemente se las seco con su mano derecha, había llorado tanto en forma inmaterial, que le sorprendía de nuevo la sensación de sentir las lagrimas que sentía tan lejanas.
Entonces subió a lo alto del castillo, se dispuso a chillar, mientras estrujaba la foto junto a su corazón.
¿cuanto durara este tormento? Era la pregunta que revoloteaba por su mente demencial, entonces a lo lejos vio una familiar figura, era un aldeano, con un rostro peculiar, un momento, no podía ser verdad.
¿como un vampiro se podría reencarnar? Que mas da, la vida era así, aquel que millones de almas devoro, una nueva vida vivía sin dolor.
Pero ella que su único pecado fue entregarle el corazón, a la vida volvió, para sufrir viendo como de ella se olvido.
Por un momento a la distancia, de un estadio de fútbol, sus miradas se cruzaron, en ese momento la pobre doncella se la ilumino el corazón, hasta que, en un determinado momento, aquella acompañante del vampiro reencarnado, se apropio de los labios de su amado.
La doncella se metió en la torre, intentando embocar sus sombras, intentando revivir ese pasado, pero no consiguió mas que bailar sola, mientras cada segundo vivido prácticamente hace un minuto, se iba grabando en cada hueco de su corazón, arrebatándola el aire, arrebatándola la ilusión, dando un fuerte golpe de realidad.
Pasaron los días, y ella tan solo miraba escondida en la ventana, si a el le veía, sentía que el aun la amaba, sentía que lo que ella aun deseaba el también lo esperaba.
Pobre princesa, sin un príncipe que la custodiara, sin un vampiro que de ella se alimentara, fuerte golpe de realidad que en su mente se clavaba, impulsos eléctricos fugaces entre sus neuronas, decidiendo arrebatarse una vida castigada, decidiendo buscar respuesta en su extraña condena, esperando que la luz solar que entre por la mañana, venga con un regalo de rosas, que nunca llegara.
Princesa, su historia a de terminar, ponga punto y final a una historia que jamas comprenderás, pues debes de aprender, que aquel que la vida entrego, a otra su vida el le regalo.
Sintiendo muerte sin caricias, este mundo pide su letargo. Maldito castigo, el haber coexistido sin tenerte, pero reviviste tus remembranzas y aparte, te quedaste el presente, que su existencia es inacabable, mientras el disfruta del cielo, tu destino es alimentar las llamas del infierno.
Siento compasión con tu destino princesa, pues te ataste a unos recuerdos, a una torre, que eternamente estará acabando contigo, porque la respuesta que buscas jamas la hallaras.
Y por desgracia, tu maldito final, con sangre se escribirá.
Hace años escribí la primera parte de este cuento, un cuento que creía que estaba completo.
Pero vi lo mal escrito que estaba y que ya apenas me llegaba.
Necesitaba poner otro final. Lo que yo creí y pensé que a mi me podría llenar.
No hay otra realidad, que soñar con letras que se nos engancha en el corazón.
Espero que le aya gustado al lector, si es a si que de un like en esta publicación, yo estoy orgulloso, por haberla escrito mientras alimentaba mi entusiasmo, para que tu, puedas disfrutar un poco de mi imaginación.
Gracias a todos
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